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CENICIENTA EN EL SIGLO 21

Y al día siguiente del "felices para siempre", Cenicienta se percató de que el cuento se había acabado y que en ese momento empezaba la realidad de su  nueva vida.  Sólo cambió de castillo y de amo. En aquella época, ella como mujer, valía sólo para hacer tareas del hogar, complacer al marido y parir. Sigue siendo las misma realidad de muchas mujeres hoy, en pleno siglo XXI.
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VAMOS PA' VIEJAS ASÍ

Esto de envejecer es una mierda. Yo imagino que a los hombres también les afectará este proceso. A todos, hombres y mujeres, nos llega. Mira que tratan de "vendernoslo" como una etapa maravillosa. "La edad dorada", "los jubilados jubilosos" y no sé cuántos eufemismos más para intentar al mal tiempo ponerle buena cara. ¡Mire comay esto es jodido! Hablaré por mí,  pues tal vez lo mío sea "único en la especie". Poco he escuchado yo de lo que viene cuando se coge la curva de los cincuenta. Al menos, mis amigas más íntimas no me han contado mucho más allá de los famosos calores, "hotflashes" que le dicen.  También han mencionado el insomnio.  Llega y se instala en nuestra vida sin haber sido invitado. Se convierte en ese huésped que luego de una temporada una desea que se vaya ya porque una quiere volver a la "normalidad" previa a su llegada. Sin embargo, esto de envejecer -la menopausia que le llaman- es algo más serio. ...

Caperucita Roja

Por no dejar de decir, le dijo a su amigo del alma que así no se resolvían las cosas. -Las situaciones difíciles hay que afrontarlas. Hay que hablar sobre ellas. Salir dando un portazo no es la forma. -¿Ah, nooo? ¿Y cuál es? Peor me va si le pego un grito, entonces me acusa de maltratante. Yo que estoy cerca, les oigo y pienso en voz alta "Locooo, ¿quién crees que eres al dar un portazo? ¿Caperucita Roja?" Microcuento escrito por Carmen Minerva 18/feb/2018 Imagen sacada de: www.proyecto-kahlo.com/2014/10/lobos-con-piel-de-cordero/

SENSATEZ

Iba absorta en mis ideas disparatadas -cómo siempre- cuando escuché mi nombre. Mi mirada se volteó hacia donde había escuchado aquella voz que me resultaba familiar. Allí estaba, en la acera de enfrente. Apenas le reconocí.  Cruzó y en un dos por tres lo tenía frente a mi. -¿Eres...? -Sí. Más flaco, más calvo y más viejo. Tú, en cambio, estás igualita. Sonreí. -¿Y que tal todo? ¿Y la familia? -Todo y todos bien, como siempre. -¡Qué bueno, cuánto me alegro! -Yo me alegro de verte a ti, verte tan bien. Suena mi celular. Feliz por aquella acertada coincidencia, contesto. Cuelgo y me apresuro a despedirme usando como excusa la feliz coincidencia de la llamada. -¿Te puedo llamar y así nos ponemos al día? ¿Me das tu número? -Eehhh, mejor no. Y seguí calle abajo sin voltear a ver. Vuelven mis ideas disparatadas que me preguntan: "¿Cómo es que alguna vez pensaste que no podrías vivir sin él?" Ellas mismas contestan: "sólo la locura podría explicarlo". A...

DESTIEMPO (Ella)

Y nos tomamos el café cada uno mirando pa'lejos y pensando "y si..." Pero lamentablemente "no fue". Allí estábamos los dos hilvanando historias de amor natimuertas que yacieron en la sombra, en ese rinconcito, el más escondido, de nuestros pensamientos. -Aquí  hacen buen café- me dijo. -Sí. Y seguí mirando pa'lejos pensando en lo triste que es el amor a destiempo. Microcuento escrito por Carmen Minerva. 15/feb/2018 Imagen sacada de: https://www.gettyimages.es/detail/ilustración/couple-drinking-coffee-ilustraciones-libres-de-derechos/455588475

DESTIEMPO (Él)

Lloraba su pena sin lágrimas. Con esa máscara que el tiempo y la sabiduría nos enseñan a usar para que los otros no nos vean en realidad. Un día más sin Ella, un día menos sin ser Él.  Su alma se fue con la de Ella a los confines de la eternidad aunque la vida sigue. Palabras. Las que todos le dicen como consuelo y Él escucha en la lejanía pues su pensamiento, su ser, están muy lejos del momento presente... hasta que apareció Esa. Esa, la que hace mucho tiempo atrás, en la prehistoria, le hizo saber que estaba vivo y no muerto en vida como pensaba. Esa, que con su saber vivir, lo contagiaba todo con su alegría vital. Él volvió a soñar.  Volvió a tener esperanza de futuro,  es más,  de presente. Volvió a sentir que estaba vivo aunque Esa llegó del brazo de su amor. Él, fue entonces que pudo comprender lo que significa el destiempo. Microcuento creado por Carmen Minerva 13/ene/2018 Imagen sacada de: https://www.taringa.net/posts/arte/14187317/Quiebre-a...

TORMENTA

Lluvia decidió que era el momento. Ya Sol había aprovechado el que Noche se escapaba y acechó a las Olas que felices se bañaban  revoloteando, como bien saben hacer, cuando el agua calienta en tiempo de verano. Viento observó a Lluvia y leyendo su pensamiento decidió confabularse con ella para detener a Sol en su acecho.  Fue cuando Lluvia y Viento oscurecieron a Sol quien se alejó de las Olas. Ellas, furiosas por las acciones de Lluvia y Viento rugieron con fuerza. Así comenzó un baile endemoniado entre Lluvia, Viento y Olas acompasado por tambores caribeños que según  aceleraban su tun tun más encendían aquel baile. A ese danzar de Lluvia, Viento y Olas los isleños lo bautizaron como Tormenta. Microcuento creado por Carmen Minerva. 10/1/18 Imagen sacada de: www.telesurtv.net/amp/news/Huracan-Maria-golpea-las-Islas-Turcas-y-Caicos-y-Bahamas-20170922-0021.html