Por no dejar de decir, le dijo a su amigo del alma que así no se resolvían las cosas.
-Las situaciones difíciles hay que afrontarlas. Hay que hablar sobre ellas. Salir dando un portazo no es la forma.
-¿Ah, nooo? ¿Y cuál es? Peor me va si le pego un grito, entonces me acusa de maltratante.
Yo que estoy cerca, les oigo y pienso en voz alta "Locooo, ¿quién crees que eres al dar un portazo? ¿Caperucita Roja?"
Microcuento escrito por Carmen Minerva 18/feb/2018
Imagen sacada de: www.proyecto-kahlo.com/2014/10/lobos-con-piel-de-cordero/
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